Requiem for a Dream es una película estadounidense del año 2000, basada en la novela homónima de Hubert Selby Jr. de 1978. Fue dirigida por Darren Aronofsky y protagonizada por Ellen Burstyn, Jared Leto, Jennifer Connelly y Marlon Wayans. Ellen Burstyn fue nominada al Oscar en la categoría de Mejor Actriz.
Harry (Jared Leto) vive con su atormentada madre Sara (Ellen Burstyn), y mientras él sueña con una vida mejor, ella está permanentemente a dieta para el día que pueda cumplir su mayor ilusión; aparecer en su concurso televisivo preferido. La ambición de Harry y su novia Marion (Jennifer Connelly) es hacerse ricos vendiendo droga con su amigo Tyrone (Marlon Wayans), y utilizar las ganancias para abrir un negocio propio, pero nunca llega el dinero suficiente para iniciar su plan. A pesar de todo, Harry y Marion no se resignan a vivir una existencia que consideran despreciable, por lo que harán lo impensable para conseguir la vida que anhelan.
No es un film que promueva el uso de drogas, como tampoco lo fueron "Trainspotting", "Pánico en Las Vegas" o "Drugstore Cowboy". Aronofsky, sencillamente, quiere transmitir esa sensación que impacta sobre el cuerpo humano ante una dosis de droga.
La vertiginosa sucesión de imágenes puede agotar al espectador desprevenido. La velocidad en el montaje, que adopta apariencia de música estilo Hip-Hop, bien podría transformarse en una pesadilla o en una migraña. Si el espectador consigue sobreponerse a ciertas sucesiones de corte esquizofrénico, podrá disfrutar de un film particular, frenético, sorprendente y sobretodo, desinhibido.
Peliculón que teneis que ver. Algo cruda pero fascinante a la vez, la banda sonora se sale.
1 comentario:
Cruda es poco.
No huella, deja surco. Hay imágenes que a veces uno preferiría borrar de la memoria.
Y en cuanto al ritmo de las imágenes, ningún crecido-nacido en la era del videoclip va a "extrañar" este lenguaje, al dedillo para dejarte con el aliento contenido y el culo apretado. Aunque a mí me marea más el cuento que cómo me lo cuentan.
Impresionantes Ellen Burstyn y mi favoritísima Jennifer Connelly.
Hay que verla. Amén.
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