miércoles, mayo 21, 2008


De noche


¡Hundirse en la noche! Así como a veces se sumerge la cabeza en el pecho para reflexionar, sumergirse por completo en la noche.

Alrededor duermen, los hombres.
Un pequeño espectáculo, un autoengaño inocente, es el de dormir en casas, en camas sólidas, bajo techo seguro, estirados o encogidos, sobre colchones, entre sábanas, bajo mantas; en realidad se han encontrado reunidos como antes una vez y como después en una comarca desierta: Un campamento al raso, una inabarcable cantidad de personas, un ejército, un pueblo bajo un cielo frío, sobre una tierra fría, arrojados al suelo allí donde antes se estuvo de pie, con la frente contra el brazo, y la cara contra el suelo, respirandoo pausadamente.

Y tú velas, eres uno de los vigías, hallas al prójimo agitando el leño encendido que cogiste del montón de astillas, junto a ti. ¿Por qué velas? Alguien tiene que velar, se ha dicho. Alguien tiene que estar ahí.


Franz Kafka (Praga, 3 de julio de 1883 – Kierling, cerca de Klosterneuburg, Austria, 3 de junio de 1924) es uno de los escritores más importantes del siglo XX en lengua alemana.
Su obra es una de las más influyentes de la literatura universal en el último siglo, a pesar de no ser muy extensa: fue autor de tres novelas (El proceso, El castillo y América), una novela corta, La metamorfosis, y un cierto número de parábolas y relatos breves. Además, dejó una abundante correspondencia y escritos autobiográficos, la mayor parte publicados póstumamente.
Mortal de necesidad. Dedicado a los insomnes. Dulces sueños.............

1 comentario:

Caracoles sosegados dijo...

QUÉ GRANDE!!
gracias Inmus Magníficus
Pues eso, alguien tiene que estar ahí.

salud y productivos sueños e insomnios

Pd.: os vigilo...